La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de
orina a través de la uretra, objetivamente demostrable y en grado suficiente
para constituir un problema social y/o higiénico. Representa uno de los grandes
síndromes geriátricos y en consecuencia conlleva un impacto significativo en la
salud del anciano y en su calidad de vida.
Como
señalan algunos estudios la incontinencia urinaria es catalogada, por una gran
mayoría, como un fenómeno normal asociado al envejecimiento. Esta creencia hace
más lenta la búsqueda de ayuda por parte del paciente, y más difícil la
realización de un diagnóstico y tratamiento oportunos.
En el
siguiente estudio: (Contreras,2007),
se pone de manifiesto los beneficios de un programa de reeducación vesical para
la incontinencia en ancianos. He decidido comentar esta investigación ya que la
incontinencia es una patología tratable en la gran mayoría de los casos. En el
desarrollo y el seguimiento de los programas de reeducación vesical, la
enfermería adquiere un papel muy importante en el tratamiento de la
incontinencia, aportando mejor calidad de vida en el anciano y evitando con
ello las complicaciones funcionales, psicológicas y sociales que la
incontinencia acarrea.
En
dicho artículo se utilizan las escalas que normalmente se utilizan para la
valoración funcional y cognitiva del anciano, las ya conocidas: Barthel, Cruz
Roja, Peffeifer...además de un diario de frecuencias (muy útil, como ya hemos
visto en clase, en estos casos).
Los
cuidados que debe promover la enfermera en el anciano que sufre de
incontinencia son los siguientes:
- Habituar al anciano a orinar antes de cada comida, antes de ir a dormir y a intervalos regulares durante el resto del día (cada 2-3 horas).
- Asegurar un fácil acceso al baño, eliminando obstáculos que dificulten su desplazamiento.
- Advertirle al anciano de que utilice ropa fácil de quitar y poner.
- Controlar la ingesta de líquidos antes de acostarse.
- Evitar excitantes (té, café, coca-cola...).
- Mantener una higiene correcta.
- No administrar los fármacos con efecto diurético antes de acostarse.
- Registro de micciones y síntomas durante un periodo de 3-7 días para facilitar la evaluación (diario miccional).
En mi experiencia como alumna de prácticas clínicas en el Centro de Salud pude presenciar innumerables visitas de personas mayores que venían a poner remedio a este problema. Me sorprendió que en lugar de realizar una valoración completa del paciente anciano y de establecer unos cuidados como los nombrados anteriormente, el personal sanitario sólo se limitó a prescribir recetas para la compra de pañales sin criterio alguno. Es en estos momentos la enfermería debe de actuar, conformando el pilar fundamental para el tratamiento y el seguimiento de estos pacientes, adecuando un plan de cuidados estandarizado e individualizado para promover la mejora en la calidad de vida desde las 4 esferas: clínica, funcional, social y mental.
Bibliografía:
- Contreras, S. García, M. Rodriguez, M.L. Beneficios de un programa de reeducación vesical en hancianos hospitalizados. (2008). Nure Investigación. [Revista en internet]. Disponible en: http://www.fuden.es/FICHEROS_ADMINISTRADOR/ORIGINAL/pdf_original_282042007101347.pdf
- Martínez, L. Prieto, L. La incontinencia en el adulto mayor. Revista Médica Instituto Mexico S 2007; 45 (5): 513-521. [Artículo en internet]. Disponible en: http://edumed.imss.gob.mx/edumed/rev_med/pdf/gra_art/A44.pdf
- DELGADO AGUILAR, H; REMÍREZ SUBERBIOLA, J M; PEREDA ARREGUI, E; DELGADO AGUILAR, M J. Detección de incontinencia urinaria. Hospital 12 de Octubre, Madrid. Asociación Española de enfermería en urología. Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=2514799
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