En la
población anciana las enfermedades
cardiovasculares representan no sólo la principal causa de muerte, sino
también una de las más importantes como responsables de invalidez
permanente.
La hipertensión arterial (HTA) es el factor de riesgo cardiovascular más prevalente en el anciano de ambos sexos, y se asocia muy frecuentemente a otros, de forma que sólo el 10% de los ancianos hipertensos presentan la HTA como único factor de riesgo.1
En el siguiente artículo se ponen de manifiesto numerosos estudios que justifican y evidencian esta realidad (Gómez, 2004). Además, se cuestionan los niveles de PA a los que se deben de iniciar el tratamiento farmacológico, en él se defiende iniciarlo en niveles inferiores de los clásicos.
Por último, justifico la elección de éste tema, para referirme al temario de la patología vascular, ya que la hipertensión arterial en los ancianos, además de ser un importante factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular, representa una de las patologías potencialmente prevenibles, dónde la enfermería adopta una gran relevancia.
Bibliografía citada:
- Suárez C y Sáez T: Hipertensión arterial: principal factor de riesgo cardiovascular en la población anciana española. Nefrología 17 (Supl. 3): 23-28, 1997
Blibliografía consultada:
- L. Fernández a, L. Guerrero. Papel del personal de enfermería en el control de la hipertensión arterial y en la investigación cardiovascular (2010). Elservier. [Artículo en internet]. Disponible en: http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/67/67v27nSupl.1a90003252pdf001.pdf
- F. Gómez Campderá, S. García de Vinuesa, M. Goicoechea, J. Luño. Hipertensión arterial y riesgo cardiovascular en el anciano. Revista de nefrología Vol. XXIV. Número Extraordinario (I). 2004. Disponible en: http://www.revistanefrologia.com/revistas/P7-E232/P7-E232-S132-A2974.pdf
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