Hasta hace realativamente poco, los cambios referidos al deterioro cognitivo leve se relacionaban directamente con el proceso fisiológico del envejecimiento y se detectaba en estadíos avanzados de la enfermedad. Con el paso de los años, y con el espíritu de mejorar la praxis en lo referente a la geriatría, esto ya no ocurre. Actualmente, se ha conseguido que los estados avanzados de la enfermedad se diagnostiquen de una manera más precoz y por tanto, se consiga una mejora en el tratamiento y cuidados del paciente y de la familia.
Habitualmente la evaluación clinica de estos pacientes ancianos se realiza debido a quejas de pérdida de memoria por parte del paciente o de la familia. Es por ello por lo que es conveniente que la enfermería lleve a cabo una valoración rutinaria en todo paciente geriátrico con el fín de detectar a tiempo un deterioro cognitivo.
En dicha valoración la enfermera debe saber identificar el delirium de la demencia, ya que puede llegar a confusión si no se realiza una valoración integral y completa del anciano. Ambos cuadros comparten aspectos clínicos, epidemiológicos y patogénicos, incluso pueden aparecer simultaneamente en un mismo paciente.
La enfermera es la clave para identificar las causas que pueden producir el delirium o SCA (síndrome confusional agudo), ya que es una patología potencialmente tratable.
1. Factores predisponentes:
- Deterioro cognitivo previo
- Enfermedad grave
- Depresión
- Envejecimiento
- Hábitos tóxicos (entre otros)
2. Factores desencadenantes
- Polifarmacia
- Uso de cateter urinario
- Iatrogenia
- Restricción física (entre otros)
Como se puede observar muchos de estos desencadenantes son situaciones o acciones que se realizan muy amenudo en los hospitales y estancias clinicas, y que en consecuencia tienen una relación muy directa la enfermería. Un ejemplo de ello son las restricciones físicas (véase anterior publicación). La enfermería tiene la capacidad y la autonomía para, mediante intervenciones en educación y promoción de la salud, disminuir y retrasar la dependencia de los ancianos y fomentar su autonomía. Por ello considero que se tiene que incidir en promover una valoración geriátrica global que determine y detecte los distintos aspectos del deterioro cognitivo y facitile la distinción entre la demencia (SEGG) y el delirium (González, 2003), además de asegurar una buena práctica enfermera con el fin último, como se ha nombrado antes, de salvaguardar la calidad de vida y la autonomía.
A continuación adjunto un documental sobre la enfermedad del Alzheimer, el tipo más común de demencia, exponiendo testimonios reales de cómo viven quienes la padecen y quienes conviven con estos enfermos:
A continuación adjunto un documental sobre la enfermedad del Alzheimer, el tipo más común de demencia, exponiendo testimonios reales de cómo viven quienes la padecen y quienes conviven con estos enfermos:
Biliografía:
- Cuidados enfermeros en la antención de las demencias. DOCUMENTO TECNICO Nº 2 /Noviembre/2002 SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENFERMERIA GERIATRICA Y GERONTOLÓGICA. Disponible en: http://www.arrakis.es/~seegg/documentos/doc_tec/doc_tec_02.pdf
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