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jueves, 3 de mayo de 2012

La valoración geriátrica integral...¿Eficaz?


Así se ha denominado a la nueva tecnología, que es la herramienta esencial que aporta la Geriatría a la medicina de la década de los noventa.

La valoración geriátrica integral (VGI) es un proceso diagnóstico multidisciplinario diseñado para identificar y cuantificar los problemas físicos, funcionales, sociales y psíquicos que presenta el anciano, con el objeto de desarrollar un plan de tratamiento y seguimiento de dichos problemas, así como la óptima utilización de los recursos necesarios para afrontarlos.

Laurence Rubinstein, uno de los pioneros del Comprehensive Geriatric Assessment postula como beneficios potenciales de este abordaje el cribado o la detección de condiciones tratables, la precisión diagnóstica, la confección de un plan terapéutico racional, garantizar un uso apropiado de recursos, poder determinar la ubicación óptima, poder documentar cambios en el tiempo y la mejoría.
Es la herramienta practicada en los medios asistenciales por la enfermería, que usando escalas de valoración validadas internacionalmente, obtiene una visión integral, ya que evalúa los aspectos médico-sociales más relevantes. Además permite evaluar y observar los cambios en el paciente geriátrico durante su seguimiento.  
En ella se efectúa una valoración en cuatro aspectos básicos del anciano: clínico, mental, funcional y social.
  1. Aspecto físico: valorando desde el punto de vista orgánico
  2. Aspecto mental: se valora la capacidad mental del anciano.
  3. Aspecto funcional: dónde se valora la capacidad del anciano para realizar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.
  4. Aspecto social: se valora el rol que desempeña el anciano en la sociedad.
Algunos de los beneficios demostrados en los estudios que emplean el meta-análisis de la VGI son:
  • Mayor precisión diagnóstica.
  • Reducción de la mortalidad.
  • Mejoría del estado funcional.
  • Utilización correcta de los recursos.
  • Disminución de la institucionalización.
  • Disminución de la estadía hospitalaria.
La VGI no es un fin en sí mismo, sino un método validado en diferentes poblaciones de ancianos y en distintos países, que posibilita el diseño de un plan de cuidados integrales e individualizados, especialmente en los ancianos más frágiles. 

En el siguiente enlace (Mussol et al, 2002) se muestra un estudio llevado a cabo en un centro de salud con el fin de valorar la viabilidad de la valoración geriátrica global en el anciano. Me ha resultado muy interesante ya que la anteción primaria de salud es el nivel asistencial más cercano al anciano y es allí donde se deben de iniciar las estrategias de valoración, cuidado, prevención y seguimiento.

Es por ello por lo que considero que la VGI es un elemento clave en el diagnostico precoz de alteraciones físicas, sociales y mentales en el anciano, así como en el seguimiento de las mismas. Además, es una herramienta de gran valor, ya que, al ser un método validado a nivel internacional, permite ser el vehiculo de información clínica entre los distintos niveles asistenciales y profesionales sanitarios.
A su vez hay que tener en cuenta, que no siempre se lleva a cabo una Valoración Geriátrica Integral de estas características, puediendo ser causa la reciente implantación. Considero que, en general existe un importante desconocimiento acerca de esta herramienta y que por lo tanto se  limita la implementación eficaz de este programa. 



Por último quiero nombrar el siguiente estudio en el cual se analiza la efectividad de la VGG en atención primaria (Martín,2009), el cual me ha parecido muy interesante. 

“La esencia de una buena calidad asistencial en geriatría depende
del manejo experto de las necesidades médicas, funcionales, psicológicas y sociales de los pacientes ancianos y sus cuidadores.”( Kane,1991)

 Bibliografía:

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