La disfagia se conoce como la dificultad para tragar o deglutir alimentos líquidos o sólidos por afectación de una o más de las fases de la deglución.
La disfagia es uno de los
síndromes geriátricos que a menudo pasa desapercibido, a pesar de su
vital importancia y el enorme impacto que causa en la capacidad funcional, la salud y la calidad de
vida de los ancianos que la padecen.
Su etiología desde un punto de vista anatómico puede ser de causa orofaríngea o
esofágica y desde un punto de vista fisiopatológico puede ser estructural o funcional.
La
disfagia en el anciano suele ser de causa funcional, de
localización orofaríngea y es extremadamente
prevalente1. Un estudio europeo ha demostrado
que afecta en diferentes grados hasta al 56-78% de los ancianos
institucionalizados2,3.
Este problema viene determinado por el deterioro de la fisiología orofaríngea en el anciano, la prevalencia de las enfermedades neurológicas (como las demencias) y alteraciones la apertura del esfínter superior (ACV).
Las complicaciones que se producen en el anciano debido a esta patología asumen gran relavancia al tratarse de complicaciones de gran transcendencia clínica:
1. Desnutrición o deshidratación
2. Atragantamiento con obstrucción de la vía aérea
3. Broncoaspiración
La broncoaspiración conlleva a un potencial riesgo de neumonías, por lo que el tratamiento y la prevención de la misma supondrá un gran reto para el personal sanitario.
Para evitar dichas complicaciones, se deberá de facilitar en primer lugar la deglución ¿Cómo?, a continuación expongo una serie de intervenciones que la enfermera debe de tener muy encuenta al tratar con este tipo de pacientes ancianos:
a) Estrategias posturales para facilitar la deglución del bolo alimenticio.
c) Estrategias de incremento sensorial oral: respetar gustos, variar los alimentos y temperatura adecuada. Promover los sabóres ácidos como la piña para la estimulación sensorial.
d) Enriquecer los alimentos con mayor apórte calórico.
e) Presentar cantidades pequeñas, troceando el alimento si es posible.
f) Promover un ambiente tranquilo, dedicando tiempo y no forzar si existe negación.
Según el siguiente estudio (Clavé, 2005) se expone que la mejor práctica clínica actual consiste en la selección del tratamiento de los ancianos frágiles en función de la gravedad de las alteraciones de eficacia y seguridad identificadas durante el estudio VFS (videofluoroscopia):
a) Los pacientes con alteraciones discretas de la eficacia y una correcta seguridad pueden seguir una dieta libre supervisada por su familia.
b) En los pacientes con alteraciones moderadas se introducen cambios dietéticos destinados a disminuir el volumen e incrementar la viscosidad del bolo alimentario.
c) Los pacientes con alteraciones graves van a requerir además estrategias basadas en el aumento de la viscosidad y la introducción de técnicas del tipo postural, maniobras activas
e incremento sensorial oral.
e incremento sensorial oral.
d) A los ancianos con enfermedades muy avanzadas dónde no es posible el tratamiento mediante la aplicación de las técnicas de rehabilitación, sería recomendable la colocación de sonda nasogástrica o realizar una gastrostomía endoscópica percutánea.
Según lo expuesto considero que la enfermería en la detección, tratamiento y prevención de complicaciones representa un papel fundamental. Debe evaluar los signos y síntomas de deficiencias nutricionales y deshidratación. Como he nombrado, el mayor pocentaje de desnutrición en los ancianos a causa de la disfagia se produce en residencias, considero que se debería de reflexionar ante este hecho, ya que la enfermera es el personal sanitario, que por excelencia, se encuentra al cuidado pleno del paciente geriátrico en estas instituciones. La enfermera debe de ayudar al paciente institucionalizado a realizar el plan de cuidados propuesto para fomentar la alimentación y evitar así la desnutrición, también debe de asegurar que la dieta se ajuste al paciente, respetando sus gustos, sus preferencias y sus dificultades.
Como reflexión final, ante los datos estádisticos referentes a la mortalidad por neumonía en los pacientes ancianos (la broncoaspiración puede ocasionar una neumonía en el 50% de los casos con una mortalidad asociada de hasta el 50% 4 ), considero que la enfermera es la fundamental responsable de la prevención, detección de signos y síntomas tempranos y tratamiento, pudiendo evitar en muchos casos complicacioens de riesgo vital o incluso la muerte.
Biblografía consultada:
- Clavé P, De Kraa M. Diagnóstico y tratamiento de la disfagia orofaríngea en el anciano. En: Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, y Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada, editores. Manual de práctica clínica de nutrición en geriatría. Madrid: You&Us S.A. 2003.
- Clavé P. Dysphagia: a tertiary and specialized medical problem. Disponible en: www.dysphagiaonline.com
- Ekberg O, Hamdy S, Woisard V, Wuttge-Hannig A, Ortega P. Social and psychological burden of dysphagia: its impact on diagnosis and treatment. Dysphagia. 2002;17 Suppl 2:139-46.
- Clavé. P, Verdaguer. A, Arreola, Viridiana. La disfagia orofaríngea en el anciano. Unidad de Exploraciones Funcionales Digestivas. Hospital de Mataró. Consorci Sanitari del Maresme. Mataró. Barcelona. España. 2005. Disponible en: http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/2/2v124n19a13075447pdf001.pdf
- Tratado de Geriatría para residentes [Internet]. Madrid: Sociedad Española de Geriatría y Gerontología [acceso 17 de Marzo de 2012]. De Jiménez C, Corregidor AI, Gutiérrez C. Disfagia. Disponible en: http://www.segg.es/download.asp?file=/tratadogeriatria/PDF/S35-05%2053_III.pdf
- Management of Dysphagia. NestléHealthSciencie. [Sede web]. Disponible en: http://www.nestlenutrition.co.uk/healthcare/gb/health_concerns/dysphagia/Pages/dymanagementofdysphagia.aspx
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